jueves, 28 de julio de 2011

Día 4. Québec.

Hoy ha tocado la visita al Viejo Québec. Una ciudad que seguramente no tiene similitud a ninguna otra en Norteamérica. Bien podría estar en la Bretaña o Normandía, casas de piedra, flores en las ventanas, bistros por todos sitios, artistas callejeros...
Lo que la diferencia es su historia y que está a más de 7000 km de Europa. Aquí es donde tuvieron lugar algunas de las más importantes batallas entre franceses y ingleses por dominar la región (a los indios ni les preguntaron, por supuesto) y con los siglos fue acumulando una historia que dificilmente se puede encontrar en Norteamérica.
El Viejo Québec es idílico, todo está bien puesto y presentado. Un perfecto escenario para caminar hasta que las piernas se niegan a subir otra cuesta... y entonces te sientas y observas el inmenso río Sant Laurent.
El único pero, es que al final del día éramos ya demasiados los turistas. Sobretodo los pertenecientes a rebaños de visitas guiadas con cabecillas que llevan paraguas raros. Lo respeto, pero no puedo entender que se pague por eso.
Mañana toca seguir subiendo hacia el norte, a Tadoussac.













Notas:

1. Para los que quieran alucinar con un B&B, éste es en el que hemos estado http://www.giteauboisjoli.com/ (chambre 1). La cama King significa, al menos aquí, ¡2m de ancho!

2 comentarios:

  1. Y no ha caído alguna fondue o galette por casualidá??? :-) Besito.

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  2. No está la economía para esos trotes, son demasiados días...

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