sábado, 6 de agosto de 2011

Día 14. Montreal-Ottawa-Montreal.

Después de saborear las bondades de dormir en una cama (aunque aún con el traqueteo del tren en el subconsciente), hemos ido a visitar la capital de Canadá: Ottawa.

Dos horas y media de autocar y te plantas en otro lugar bien distinto... digamos que bastante más "yankee". A pesar de ser bilíngües, se escucha inglés-americano por todos sitios, y la comida fastfood y por ende los cuerpos resultantes de esa ingesta masiva que surgen a tu encuentro mientras un sol de justicia te hace recordar con cariño los dos polares que llevabas puestos hace tan solo dos días... Canadá y sus contrastes! Hay que destacar que hemos tenido verdaderos quebraderos de cabeza para hacer la maleta. Había que llevar para todo: montaña con calor, con frío, con lluvia. Ciudad con calor, con frío y con lluvia. Y hemos pasado por todos los estadios, así que nos hemos puesto todo lo que metimos. Suerte que en Gaspé la señora nos dejó hacer un par de lavadoras industriales...

Y hablando de calor... hemos visto el cambio de guardia con músicos y 'bayonetistas, bayoneteros o como se llamen' con el traje típico canadiense. Pero claro, a 200 grados, con la casaca y el gorro de peluche, estaban todos desmayados rezando para que pongan de una vez el uniforme de verano, y que en vez de un castor en la cabeza les dejen llevar una pamela.

Otawa merece la visita de un día (pero con uno es suficiente...) Hemos estado en la colina donde se encuentran los principales órganos de gobierno, y hemos hecho la visita al interior del parlamento. Antenas puestas para entender a la guía que, en perfecto americano, explicaba los pormenores de la institución, anécdotas incluidas. 
Mañana tampoco habrá blog. Viaje nocturno destino NY.








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